Cuando te levantas por la mañana y te miras al espejo, ¿qué es lo que ves? Tal vez te fijas en que ya tienes alguna arruguita de más o que te sobran algunos kilos? ... Te miras y te das cuenta que el tiempo pasa deprisa, pero parece que siempre haces lo mismo, que todos los días son iguales para ti?
Muchas veces te miras y te ves desanimada y cansada, piensas que no
estás haciendo suficiente, tal vez crees que lo que haces no es brillante. Muchas de estas veces no te sientes valorada, eso es porque miramos mal.
Si miráramos a través de los ojos de quién está en nosotras, veríamos que somos hijas preciosas de Dios, valientes y esforzadas.
Veríamos los muchos oficios que tenemos; enfermera, cocinera, economista, psicóloga, profesora...
Sí miramos nuestros ojos veremos las lágrimas que con oración y súplica derramamos por los que amamos, también miremos nuestros labios los besos tan tiernos que de ellos salen, miremos atentamente nuestras manos la cantidad de cosas que al día hacemos por los demás.
Miremos las veces que nos negamos a nosotras mismas, por hacer felices a todos a nuestro alrededor.
Miremos que somos aceptas en Cristo. Efesios 1:6 Dios nos ama tal y como somos.
Miremos que somos la luz del mundo. Mateo 5:14 Ahí donde vamos, alumbramos.
Miremos que somos más que vencedoras. Romanos 8:37 Que ya tenemos la victoria.
Miremos que todo lo podemos en Cristo Filipenses 4:13 No hay nada que
no podamos hacer con él, somos hijas del Altísimo Galatas 3:26 Por
tanto somos coherederas de sus riquezas.
Así que cuando nos miremos al espejo, veamos la gracia de Dios en
nosotras. Su gran misericordia que cada mañana es nueva en cada una.
Que cada día cobre ánimo nuestro corazón para poder hacer todo lo que
Dios quiere en nosotras.
Somos una bendición!! Somos las cachorras del León de la tribu de Juda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.